Desde tiempos de Celtíberos y Romanos se recoge en los montes de Castilla y León este fruto, muy rico en proteínas y aceites esenciales y aroma salvaje, de campo y resina de pino. Fundamental en nuestra gastronomía, presente en numerosos platos, ensaladas, guarniciones, rellenos y salsas.
León.
150 g. y 1 Kg.