La salsa brava nació en las tabernas de Madrid, una receta humilde con carácter atrevido, concebida originalmente para acompañar un solo plato: las patatas. Pero lo que comenzó como un complemento para unas simples patatas fritas ha ido mucho más allá. Hoy, la brava ya no se queda en la barra del bar de tapas: está conquistando cocinas que valoran la creatividad, el sabor y la autenticidad. En Olmeda Orígenes, nos enorgullece ofrecer una Salsa Brava Madrileña tan versátil como fiel a su tradición.
No Solo para Patatas: Una Nueva Vida para la Salsa Brava
La combinación de brava y patatas sigue siendo icónica, pero limitar esta salsa solo a ese uso sería quedarse corto. La brava es intensa, compleja, y realza ingredientes del mar y de la tierra como pocas.
Prueba con bogavante. Una cucharada generosa de nuestra salsa brava sobre la cola asada añade profundidad sin ocultar la dulzura del marisco. El picante se despliega poco a poco, se mezcla con el punto salino del marisco y deja un final cálido y sabroso.
O ostras. Un toque de brava sobre una ostra recién abierta crea un contraste sorprendente. La frescura marina, la nota de tomate, el picor que va en aumento: no es lo típico, pero funciona. Y funciona de maravilla.
Una Salsa con Fondo
Nuestra Salsa Brava es mucho más que un toque picante. Se elabora en pequeños lotes, siguiendo métodos tradicionales españoles y una receta que respeta sus raíces. Su base es tomate frito cocinado a fuego lento, con aceite de girasol, vinagre y harina de garbanzo para dar cuerpo. Cebolla, ajo y una mezcla precisa de especias completan el conjunto. Sin aditivos. Sin atajos.
El resultado es una salsa con verdadera estructura. Cremosa, sabrosa, equilibrada. Un leve ahumado, un toque de dulzor y un perfil de picante que no abruma, sino que evoluciona. La brava no tapa, realza. Ya sea con mejillones, lomo de cerdo, pulpo o incluso sushi, se adapta. Aporta carácter. Redondea el plato.
De Madrid al Mundo
En Olmeda Orígenes creemos en conservar el alma de la cocina española mientras abrimos camino a nuevas formas de expresión culinaria. Nuestra Salsa Brava está pensada para quienes valoran la autenticidad, el oficio y el sabor con personalidad.
Esta es la brava que cruza fronteras. Madrileña de origen, pero con vocación internacional. Un solo bote abre infinitas posibilidades, desde tapas hasta menús degustación.
Esa es la magia de la brava. Con raíces en Madrid, pero lista para conquistar el mundo.